Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!.
San Lucas, 12-15.
ong VIDA-